|
|
  |
En 1860, "Flores" era uno de los pocos Pueblos que había en Buenos Aires.
Las personas de a poco llegaban de otros lugares y como podían, traían sus pertenencias en carros.
Sólo aquellos que tenían mayores recursos económicos contrataban a alguien para que lo hicieran, pero no lo hacían con el cuidado que requerían ciertos muebles y objetos, que muchas veces llegaban al puerto traídos desde Europa.
Fue así que uno de los estancieros que vivía en Flores fundó en aquel año nuestra empresa, poniéndole el nombre de su estancia “La Niña Caprichosa” especializándose exclusivamente en mudanzas para
aquellas personas que tenían que traer sus valiosas pertenencias.
Hoy, continuamos realizando nuestro trabajo con la misma seriedad, honestidad y experiencia que nos caracteriza, porque sabemos el valor que tienen sus objetos, tanto en lo económico como en lo sentimental y así lo avalan
nuestros clientes, con la mejor de las publicidades que son las recomendaciones de boca en boca.
|
  |